lunes, 11 de abril de 2011

TRES PIEZAS DE UN PUZZLE

de Nora Ancarola

“Yo que antes caminaba por los bosques de hayas admirando

el color azul que adquiere la pluma del grajo cuando cae,

y que encontraba en mi camino al vagabundo y al pastor, voy

de pieza en pieza con un plumero en la mano...”

Virginia Woolf, Las Olas


...”- No se puede creer en cosas imposibles, dijo Alicia...

- Vaya, no has tenido mucha habilidad, dijo la Reina... pues yo, algunas veces, he creído en

SEIS cosas imposibles antes del desayuno.”

Lewis Carroll, Alicia a través del espejo

Lo personal es político y el renombrar lo cotidiano

Desde hace ya varias décadas, las mujeres hemos puesto a debate desde nuestra masiva incorporación en la profesionalización dentro del mundo del arte, cuestiones como la representación del cuerpo o el concepto de privacidad, entendiéndolas como temas que competen a la sociedad en general. “Lo personal es político” la famosa frase de Carol Hanisch y concepto desarrollado por Kate Millett, ya en los años 60 fue la premisa desarrollada por innumerables artistas de la época y que continúa hasta nuestros días, lo demuestra. Concebir el cuerpo como un “campo de batalla” a la manera de Barbara Kruger o generar una “iconología vaginal” tal como lo explican en su artículo Femenale Imaginery Judy Chicago y Miriam Shapiro[1], fue de algún modo la manera de compensar tantas “envidias freudianas”.

También hemos de decir que la auto-representación tuvo en su momento importantes críticas, como las de las teóricas construccionistas Griselda Pollock o Laura Mulvey[2], que alertaban del peligro de un nuevo sometimiento del cuerpo femenino. A pesar de ello, en las últimas décadas del siglo XX las artistas no han dejado de producir innumerables obras en relación a la exploración de su cuerpo o bajo la premisa de generar una lectura subversiva en la propia auto-representación: la ética del cuidado en la obra Lygia Clark, la imagen de la vulnerabilidad en la de Rineke Dijkstra, el cuerpo ritualizado en Gina Pane, el cuerpo simbolizado en Begoña Montalbán o en la obra de Carmen Navarrete, son ejemplos de ello.

También la representación del cuerpo en sus relaciones con el poder, la violencia y la sexualidad fueron el foco de atención del arte producido por gran número de artistas de las últimas décadas, en su mayoría mujeres, como Ana Mendieta, Orlan, Cindy Sherman, Pepe Espaliú, y un largo etcétera.

Pero así también otros parámetros se desarrollaron en profundidad provenientes del ámbito de lo privado: “lo doméstico” en su aspecto más amplio y como metáfora de la existencia. “Siento mi casa como una trampa” decía Louise Bourgeois. La incorporación de elementos y objetos del interior de la casa-hogar (Marthe Rosler, Rosmarie Trockel, Mona Hatoum) o la incorporación en la producción de la obra de técnicas tradicionalmente “artesanas y femeninas” como el tejido y el bordado (Ghada Amer, Elena del Rivero, Marga Ximenez) otorgándoles nuevos contenidos suvbersivos dentro del discurso contemporáneo, generaron un “tráfico” entre público y privado que puso por fin en cuestión la tópica asociación de la mujer ligada al instinto y la naturaleza, es decir al exclusivo mundo de lo privado, y la también tópica ligazón del hombre con la inteligencia y la cultura de lo público.

Si, por otro lado, el feminismo se ha citado frecuentemente como prototipo de la postmodernidad, ha sido en gran parte por estas estrategias particulares que redefinen de manera radical la actividad artística creando nuevos parámetros. Hemos de tener en cuenta que las artistas del siglo XX no podían sentirse identificadas con una modernidad tan exclusivamente androcéntrica tanto en su pensamiento como en su paradigma del “artista expresivo”, significado por “el pintor”. También es por ello que las artistas pudieron entender muy rápidamente los cambios que la nueva sociedad requería, comprendiendo que los significados de la obra van mucho más allá de la expresividad del propio artista, inscribiendo el arte en un marco contextual e interpretativo más ligado a la cultura y a la sociedad en su conjunto. Esta reconceptualización de la función de la obra de arte es posiblemente el legado más relevante que aportan las artistas y el feminismo a la sociedad en los años ’70 y que ha transformado de manera radical el arte venidero.

(continuarà....)

[1]El primer programa educativo orientado hacia el arte feminista en Estados Unidos fue en 1970 en la California StateUniversity, Fresno. Un grupo de estudiantes feministas junto a Judy Chicago y Miriam Schapiro fueron pioneras en el estudio del movimiento del arte feminista. Femenale Imaginery, Womanspace Journal, 1973

[2] No obstante las lógicas diferencias de posturas ideológicas entre los feminismos (esencialista, construccionista, etc), vale la pena señalar que los objetivos de las personas comprometidas en la difusión de los estudios de género son comunes: el punto de partida es lograr la eliminación de las diferencias aun existentes entre los sujetos sociales masculinos y femeninos. Sin embargo, este proyecto social e intelectual se amplía hasta considerar como unos de sus objetivos fundamentales la eliminación de una política de exclusión que se basa no sólo en la noción de género sino también en la de raza, clase social y orientación sexual.

jueves, 7 de abril de 2011

Mesa redonda: ¿NOS PUEDE CURAR EL ARTE?

Con la intervención de Nora Ancarola (artista visual y gestora cultural), Jaume Claret (psiquiatra en el Hospital de día de Nous Barris), Magdalena Duran (arteterapeuta y terapeuta gestáltica), Montse Omenat (arteterapeuta y docente universitaria) y Eulalia Valldosera (artista visual)

Jueves 7 de abril, a las 19 h.

En el Convent de Sant Agustí – c/ Comerç 36, Barcelona


Col·laboració de Josep Maria Avilés per Antikeres









Para mi nieto… Roger

El atardecer

Encontré sombra de espino

en mí paseo de la tarde

El aire libre, revestido de escarcha

navegaba en aura verde.

fue un instante, un sigilo –

El silencio lo quebrantó ...

un llanto perdido.

La tarde era caída...

El horizonte... flor de naranjos.

Grises de terciopelo se fundieron

en abismos abstractos.

Asomada la noche ...

El llano guardó quietud ...

la alondra ensimismó sus alas,

despacio,

el viento silbó

y la sombras invadieron mi cuerpo

y mi cuerpo invadió las sombras.

Brotando tu recuerdo...

El aire quedó en silencio.

Col·laboració de Montse Baqués per Antikeres










Hi ha silenci a l’habitació, obro la porta per saber si hi ha alguna novetat i està quasi a les fosques, la sentor a productes farmacèutics m’aclapara però sento la respiració lenta i feixuga que em tranquil·litza, començo a veure els volums del seu cos a través de la penombra.

No tenim cap diagnòstic clar i no sabem contra que lluitar, ja fa dies que vivim aquesta incertesa i el dia a dia s’ha convertit en un vaivé de sorpreses i d’ensurts… Amb sento contempladora de les meves emocions i alhora me les qüestiono…

Dona i amant.

Han passat dos mesos.

Estem viatjant per un paisatge estèril, neguitosos per la seva falta d’aire, noto com la seva pell s'empal·lideix i m’inquieto, li faig preguntes, sense resposta, la seva cara d’esglai em dóna presagis, paro el cotxe, faig un preg als déus perquè no passi res, busco cafinitrina, la trobo i l’hi dono el més ràpit que puc, passen uns minuts de tensió… i esdevé la calma.

He sigut testimoni d’una insuficiència cardíaca, els seus pulmons s’han omplert d’aigua i la meva memòria d’aire fred.

A partir d’ara tot serà diferent.

El diagnòstic és un trasplantament de cor.

En el transcurs de la malaltia ell s’ha arrelat a la vida sense abandonar-la, intentant fins i tot domesticar-la, però a cops i d’amagat jo l’he vist en el meus pensaments mes íntims com defallia i he sentit que el meu paper assignat al llarg de la història s’ha manifestat com un insecte que desplega les seves llargues antenes.

Una feminitat es revelava.

...I he optat sense adonarme’n per l’amant que acompanya en aquest feixuc trajecte, creant treves, bescanviant silencis i secretejant futurs… carinyosament l’he amanyagat he reposat la meva orella sobre el cor i he sentit el seu pausat batec ens hem mirat i les seves pors s’han atenuat…

En la foscor les meves s’han accentuat.

I afamat de recursos finalment ha aconseguit domesticar la vida, esbossant un altre trajecte.