La ciudad siempre se ha configurado alrededor de un espacio público, el ágora, la plaza, el foro. Poco a poco el lugar de encuentro se fue transformando pasando por estadios muy variados hasta llegar al punto en que la localización en sí es poco relevante. La comunicación y transmisión de acontecimientos se produce a tiempo "real" y lo interior y exterior son conceptos espaciales que se desvanecen frecuentemente.
Dicho esto, y a pesar de las dificultades que conlleva abordar cuestiones del ambiguo ámbito de lo privado, en el año 2004 Marga Ximenez y yo, decidimos trabajar a partir de experiencias personales ficcionadas, donde el tiempo de lo real y la velocidad de lo transmisible se ponen en contínua confrontación, poniendo en relieve los límites de la realidad individual y su apariencia pública. La tecnología, inevitable, participa como parte de los elementos utilizados en las instalaciones a la vez que como medio relacional con las más de 70 personas que colaboran en el proyecto, algunas de ellas ya desde sus inicios.
En un principio la intención fue de realizar un trabajo conjunto teniendo en cuenta los espacios compartidos, la casa, el taller, la galería (MXEspai1010) y los conflictos que podían producirse en ellos.
Después de 6 años concluimos el trabajo Trilogía de la privacidad que consideramos in progress no sólo por su extensión en el tiempo sino por las transformaciones que se han ido produciendo y la aparición de nuevas ideas que en cada presentación que seguimos realizando, enriquecen y amplían la idea original.
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