viernes, 18 de febrero de 2011

Col·laboració de Elsa Plaza per a Antikeres


Afuera hacía frío, y vos me llevabas en tu vientre. Tu carne era fresca y perfumada. Y sonreías, de verdad, como después nunca te vi hacerlo. Miraste a la cámara, con el gesto cómplice. ¿Era un amigo quien los fotografiaba? Tampoco recuerdo esa mirada, ¿se perdió el día que nací? Papá, él sí posa ante la cámara, se sabe hermoso, la paternidad afirma su orgullo de varón, ¿Aún se amaban, te amaba?
Quizás hubieras querido guardarme siempre en tu seno, quizás pensabas que, al fin, tenías de verdad algo que nadie te quitaría. Recuerdo el olor de tus axilas, mi cabeza cobijada entre la blandura de tus senos.
Y hoy la visión de tu cuerpo me remite al mío como anticipo de los pliegues que derrotan la carne. Pliegues, bultos, voladizos blandos de ese barroco hecho de piel que cubre capa a capa a la jovencita que aún, allí escondida, sigue sonriendo, su cuerpo recostado contra un platanero de la plaza Garay, en el barrio de San Cristóbal en Buenos Aires.

1 comentario:

  1. Querida prima, que hermoso es poder recordar o imaginar un momento tan bello, siento que esto te hace bien y me llega al corazón, un beso de Beba.

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